En la última sección, exploramos el funcionamiento interno de las turbinas eólicas para convertir la energía cinética en energía eléctrica. Una parte crítica que medimos es la rapidez con la que giran las palas, contando cada giro completo como una revolución. Esta velocidad se registra en RPM o ‘revoluciones por minuto’.

Las revoluciones por minuto (RPM) son el número de vueltas que un objeto gira alrededor de un solo eje en un minuto. Las hélices, las ruedas, los engranajes e incluso los motores se pueden medir en RPM. En nuestra próxima actividad, vamos a calcular cuántas revoluciones y cuánto tiempo tarda nuestra turbina eólica en alimentar un vecindario  o una ciudad.

¿Por qué son importantes las RPM?

Cuanto más rápido se muevan las palas de la turbina, más revoluciones por minuto podrá completar. Cuanto más altas sean las RPM, más potencia podrá producir la turbina. Como hemos aprendido, las turbinas requieren viento para producir electricidad, pero el viento no siempre es constante. Echemos un vistazo a una de las características de una turbina eólica que ayuda a adaptarse a los cambios de velocidad del viento.

Echemos un vistazo al sistema de inclinación de una turbina eólica. El sistema de giro controla los ángulos de las palas de la turbina para optimizar la captura del viento y regular las RPM. Si las palas se inclinan demasiado, podrían girar demasiado rápido; o incluso muy poco. Con vientos fuertes, el sistema gira las palas hacia los lados en un movimiento de “pluma”, lo que reduce el giro y evita daños al mantener las RPM a una velocidad segura.